Con un simple ejemplo, vamos a graficar aspectos que no tomamos en cuenta en el quehacer cotidiano, sin embargo significarían evitarnos cuantiosas cifras dinerarias, o evitar la pérdida de vidas humanas.
Imagínese que usted desea construir su casa en un terreno que acaba de adquirir, frente a un parque, contrata un profesional y este le indica que para hacer la edificación necesita realizar algunos estudios previos, necesita estudiar si el suelo soportará su casa, ya que la topografía del terreno no reviste mayor problema.
Luego de hacer los correspondientes ensayos de suelos, se llega a determinar que en su terreno no se tienen las condiciones de soporte adecuadas y que, a menos se haga una inversión adicional, para reforzar el terreno de fundación y ponerle las estructuras adecuadas; no se podrá construir la casa.
Fíjese bien, si usted habría optado por no contratar a un especialista en construcciones, a una persona sin mayor conocimiento del tema y habría dispuesto la construcción de su casa; enfrentaría un alto riego a la salud y a la vida de quienes vivirán en esa casa, convirtiéndolos en seres altamente vulnerables, a lo que se suma la posible pérdida de su patrimonio.
En nuestro ejemplo ¿Hubo prevención o no?
Sí, la hubo.
Al contratar al profesional idóneo, usted hizo prevención; el profesional al hacer los estudios sobre el suelo y reforzar las estructuras, hizo prevención; así usted aseguró tener una casa que le diera seguridad para vivir, minimizó el riesgo, redujo o anuló su vulnerabilidad y por tanto sus pérdidas.
¿Tuvo un costo la prevención?
Sí, la tuvo.
Si comparamos, prevenir tiene un costo, menor. Para nuestro ejemplo, si la casa se habría hecho sin tener en cuenta los problemas que presentaba el terreno, quizás se habría tenido que afrontar, la caída de la casa, costo superior a los estudios de suelos y estructurales y al costo de contratar un profesional.
Toda actividad humana tiene un costo de prevención, (contratar el profesional, hacer los estudios) siempre menor al costo de la pérdida de toda la actividad en sí (la casa), esto debe de hacerse en cada caso, en cada proyecto, en cada decisión, en cada actividad. La prevención es transversal a todo lo que hacemos, a todo.
Si valoramos este costo en prevención y lo comparamos respecto de la pérdida total de cualquier infraestructura pública, es realmente minúsculo, ya que rehabilitar o reconstruir es inmensamente más costoso.
Si se precisaran ponderar valores porcentuales de cuánto cuesta la prevención, para obras públicas o privadas estaríamos en un rango de entre 7% y 10%, que corresponden a criterios técnicos referidos al costo de los estudios y de sus correspondientes profesionales, asumiendo condiciones normales para la ejecución.
Por tanto, si miramos los presupuestos que se usan, en general, tendremos una idea clara de cuanto se invierte en el país para la prevención.
Miremos el PIA que por concepto de canon y regalías mineras se destinan a los gobiernos subnacionales, (MEF 2009):
ESTIMACIÓN DE RECURSOS PÚBLICOS QUE LOS GOBIERNOS REGIONALES Y LOCALES CONSIDERARÁN EN EL PRESUPUESTO INSTITUCIONAL 2009 POR CONCEPTO DE CANON MINERO Y REGALIA MINERA (EN NUEVOS SOLES)
TOTAL NACIONAL: 4 200 185 817 467 141 285
GOBIERNOS LOCALES: 3 150 148 311 373 713 028
GOBIERNOS REGIONALES: 1050 037 506 93 428 257