Sensibilizar, Informar y Formar
Cuando de aplicar, implementar o aterrizar un plan se trata, es pertinente usar diverso tipo de información, puede ser esta del tipo estadístico, puede ser gráfico o de otra índole; lo que interesa es que demuestre que debemos hacer algo –ese plan que realizamos- para cambiar las cosas, para mejorar un anterior estado de cosas.
En esta oportunidad les mostraré datos oficiales que demuestran, fríamente, los resultados de las emergencias, según el tipo de daño, que se reportan en el ámbito nacional peruano.
Las cifras son escalofriantes para un país como el nuestro y naturalmente llaman a preocupación, pero…¿realmente nos importan?, aquí las cifras:
Como vemos, la afectación de vidas y pérdidas materiales son altas y ello deteriora nuestros recursos como país, el costo de vidas que se pierden no tiene precio alguno y es lo mas lamentable, los números de fallecidos, heridos, afectados, damnificados y desaparecidos debiera motivar ACTIVAR nuevos mecanismos que permitan se preserven estos recursos humanos, evitar su pérdida y procurar su protección.
Las pérdidas materiales nos conducen a pensar que muchas cosas no están funcionando adecuadamente, debemos buscar las causas y los factores determinantes de esas causas, procurar su identificación, estimar su magnitud, reducir su probable impacto; en suma, gestionar su impacto de manera que este sea el de menor daño posible.
Si tomamos mayor atención comprobamos que las cifras se mantienen o crecen de año a año, ello nos indica que se siguen manteniendo las causas o factores que generan esos desastres y es allí donde hay que intervenir.
Necesitamos hacer Gestión del Riesgo de Desastres –GRD-en toda actividad humana que se piense hacer y se haga, implementar obligatoriamente el enfoque de prevención y esta metodología –GRD- en la formulación de proyectos públicos y privados. Ello permitirá reducir drásticamente las cifras mostradas y sin duda tendremos menos afectados y menos personas que extrañar, tendremos mayor producción y mas recursos y sobre todo habremos descargado al Estado de su penosa carga de destinar recursos a aquello que genera pérdidas que se pueden evitar.