ECONOMIA DE LA CORRUPCION v.1.0
Todo empieza con la intención entre corruptor y corrupto; mirar los vacíos que la normatividad permite, armar los comités especiales (gente predispuesta), plantear los supuestos de lo que podría ocurrir y tener una estrategia para ellos. Es así como más o menos funciona la corrupción en las licitaciones y contrataciones del estado, y… sin ánimo de promover formas de corrupción y más bien pensando en que sirva de alerta a los controladores (dónde están?), me permitiré hacer un ejercicio, en esta economía de la corrupción, versión 1.0.
Antes de hacer una convocatoria, ya sea para una licitación o para un concurso, ya se han fijado los presupuestos base o referenciales; estos, se producen con algo tan simple como preguntar al mercado –estudio de mercado, le dicen- cuánto cuesta hacer una obra o servicio similar al convocado, obtenido este dato, se procede a ajustarlo o actualizarlo (dependiendo del monto de la coima o pretensión dineraria que se quiere obtener) adicionando al presupuesto referencial un porcentaje, según la angurria.
Los postores arreglados, preparan sus propuestas técnicas y económicas de acuerdo a unos términos de referencia, TdRs, en los que también puede “amarrarse” alguna condición o característica que, pasando desapercibida, ayuda al “conversado”, a quien no le interesa mucho tener una propuesta que cumpla al detalle con las exigencias de las bases y TdRs, ya que en el proceso se puede “arreglar”.
Un momento clave es la recepción de propuestas y evaluación de cumplimiento de requisitos mínimos solicitados, ya que previo a este momento, se “consulta al postor arreglado” si su propuesta está completa, si no, empieza el juego y ha de comprobarse que se encuentran presentes todos los miembros del comité especial del proceso, si no están completos el acto se posterga, generalmente para siete días después; lo que ocurre cuando un miembro titular se ausenta y el suplente tiene un accidente, con descanso médico incluido. En siete días, muchos papeles de la propuesta se pueden cambiar o añadir si el postor “arreglado” lo necesita.
Una vez resuelto lo de los requisitos mínimos y su cumplimiento, el proceso fluye, no interesa mucho si los documentos que se presentan en copia, son reales o inventados, no hay un control o cruce de veracidad (no se comprueba si las copias presentadas se corresponden con hechos reales), más aún cuando corrupto y corruptor tienen ya un acuerdo.
En el proceso amañado, los otros postores solamente sirven de comparsa para aparentar competencia.
Si hacemos números, preparar una propuesta a conciencia, si es para obras, el costo oscila entre 3 y 7 mil soles para cada postor, a ello se pueden añadir costos de compra de bases, pasajes y viáticos de los profesionales que verifican el lugar y condiciones de la obra, otros 5 mil soles. Algo menos para los concursos de consultoría de servicios.
Ejemplo 1.0: si se decide hacer una edificación, se pide tres cotizaciones a empresas que hacen este tipo de obras, ésta, advertidas que pronto saldrá la licitación, elevan sus precios y cotizan, acá aplican un porcentaje de alza y por cierto se inicia la cadena de alteración del precio referencial, al llegar la información al “comité especial” deciden hacer un reajuste hacia arriba, con lo que se consigue un nuevo valor referencial de la obra y éste es el que se publica.
Como se sabe, los postores pueden ofertar 10% mas o 10% menos del presupuesto base o referencial, y aquí hay un detalle; en la realidad la obra se puede hacer con el equivalente del 90 % del presupuesto base, con discreta utilidad (hablamos de presupuestos bajo el supuesto del presente ejercicio) y lo que sea excedente de ese 90% es sencillamente “la coima” para repartir.
Cuando el caso es que “los reajustes” no cubren los costos de la obra, no hay que preocuparse, todo saldrá de la misma; de ella se reducen cantidades de materiales y calidad de los mismos, para compensar; y si falta dinero, los adicionales de obra y mayores gastos generales son los adecuados para complementar aquello que fue pedido y dado como “aceitada”. En algunos casos, numerosos, las obras se abandonan apenas iniciadas, llevándose los dineros de los adelantos y esperando los arbitrajes, en los cuales la ventaja es para quien puede “soltar” más dinero.
Como vemos, el país pierde ingentes cantidades de recursos, generación de empleo y confianza en sus autoridades. Lamentablemente recoge vicios y modelos donde todo vale.
Así funciona esta “mermelada” que atrae cuando la falta de control y supervisión es clamorosa, cuando se aprovechan los vacíos legales y los plazos de verificación excesivos, es así como funciona la economía de la corrupción en esta versión 1.0.