(El País Gana, 2006/2012) Muchos que ven desde fuera el problema que ha derivado en conflicto, y otros, asalariados de parte, deslizan opiniones que de plano deterioran mas los espacios de raciocinio y entendimiento, ya que aseveran, temerariamente, que sin la inversión minera en el país no se podría generar desarrollo. Esa visión tan simplista, es la misma que sostienen quienes explotan recursos naturales con metodologías de costo reducido, que encuentran ingentes ganancias mas allá de sus propias expectativas; sin importarles mayores cuidados medioambientales y sin mayor protección a la salud y la vida de las poblaciones vecinas de donde se asientan.
Minería si, pero que sea responsable, que no sea solamente con una visión del que quiere todo para si, cuando es posible reducir márgenes de ganancia, invertir un poco mas en procesos y tecnología de explotación mas segura, menos contaminante y mas amigable.
Construir relaciones duraderas cuesta y su base es la confianza. Perdida ésta, su recuperación es mucho mas costosa.
Ocurre que es práctica de muchas empresas desconocer o soslayar eventos que tienen que ver con daños directos o colaterales, propios de actividades extractivas, peor aún, negar estos daños y valerse de mecanismos de poder para salir desconociendo también el perjuicio. Ello acrecienta y magnifica resentimientos y reclamos, totalmente justos, constituyéndose en una práctica que incuba rechazo de por sí. Eso sucede ahora y como no, donde se reproducen situaciones similares.
El golpe de timón necesario para “recomponer” una relación entre tres partes: pueblo, estado y empresa; pasa por que, quien sea responsable de haber generado el problema, tenga que resolverlo antes de seguir –por repetición de su metodología- generando nuevos problemas; y al parecer así lo entienden los gobiernos, pero… Sin ser contrario a la inversión minera y mas bien tratando de plantear salidas razonables a la conflictividad, debemos proponer algunos lineamientos que nos lleven a repensar en inversiones que sean realmente responsables, pensar en un Estado fortalecido, vigilante y monitor de las actividades extractivas, un defensor de la persona humana por sobre todas las cosas.
Así planteamos:
1.-Aplazamiento en la ejecución de los proyectos de actividad extractiva que generan conflictividad con la población. Ello servirá para dar un tiempo de reflexión y para dar pie a situaciones que vengan en compensar y reparar pasivos ambientales de la minería. (No se abandona la empleabilidad, ni mucho menos se la recorta, se convierte la mano de obra utilizada en explotación en actividades –obras- de compensación para las poblaciones y remediación de los pasivos ambientales). Ejecutando represamientos de agua para consumo humano y la agricultura, con sistemas de saneamiento de agua y desagüe, modernas plantas de tratamiento de agua y de residuos; mejores carreteras y tendido de fibra óptica, etc. Esto distribuye beneficios por igual a toda la población.
2.- Revisión de los estudios de impacto ambiental de proyectos en ejecución y por ejecutarse. Para alinear los mismos con los correspondientes estudios de zonificación territorial y de demarcación ecológica y económica. (rol del estado conjuntamente con la participación de profesionales y empresas independientes y de confiabilidad internacional)
Cumplidos 1 y 2 es mucho mas eficiente iniciar diálogos de entendimiento para la convivencia. Aquí es interés de las partes hacer lo mas rápido posible.
Entre tanto y paralelamente:
3.- Suministro de bienes y servicios de necesidad básica que requiere la población. Para dotar de salud (hospitales y centros de salud equipados), educación (escuelas y colegios equipados) , vivienda (impulsar programas existentes) y mas vías de transporte de calidad (carreteras, puertos y aeropuertos de primer orden).
Con asignación presupuestal compartida vía apalancamiento.
Esto genera empleo y desarrolla infraestructura que distribuye bienestar.
4.- Generación de nuevas actividades productivas que no generen dependencia, que no corrompan voluntades y menosprecien las actividades campesinas. Para encaminar sus empresas añadiéndoles valor productivo y comercial.
5.- Financiamiento interno para crear empresas de todo tipo y estructura, con facilidades fiscales y crediticias. Para impulsar la formalidad y la generación del auto empleo con base en el conocimiento y experiencia del profesional y técnico medio, peruano. Todo esto se puede hacer y el Perú tiene los recursos para hacerlo, depende mucho de los decisores, en el Estado, en la empresa y en la población. Y que nadie venga a contarnos cuentos que el país se cae si se aplican planes como el propuesto. Por el contrario, si se hace,… El País Gana.
Si las empresas, si los gobiernos no re-configuran los métodos de explotación, los números seguirán creciendo y quizás los conflictos que ahora se viven terminen con las actividades extractivas . El tema para las empresas y gobiernos no es construir “una imagen” (la foto donde te pones buenito); el tema es construir una reputación, la vida de todos los días, LA RESPONSABILIDAD SOCIAL NO ES PARA GENERAR POPULARIDAD, es para SER RESPONSABLE (corporativamente), creatividad y confianza son necesarias, escuchar con humildad, valorar lo esencial: ACTUAR CON VALORES CON Y PARA TODOS. (¿Se entendió?, si no!, léalo de nuevo).