Cajamarca, en la sierra norte del Perú, es un departamento con un legado de producción en la agricultura, la ganadería, el turismo y producción forestal. Hacia la década del 90, surge con inusitada fuerza la explotación minera, que cuenta, todavía, con un potencial de reservas significativo; mas, sin embargo de su importante aporte al erario nacional, producto del canon minero, es el departamento (región) con mayor pobreza del país; contradicciones que obligan a repensar el modelo productivo.
El potencial que tiene Cajamarca, no solo se centra en la minería, la agricultura cuenta con amplia frontera, por tanto hay suficiente espacio y ganas para implantar agroindustria, industrias diversas y como no actividades productivas relacionadas a partir de Centros de Innovación Tecnológica, Capacitación empresarial, Planes y Modelos de Negocios informados, Planes productivos y para ello, por cierto, desarrollar infraestructura para lograr esa producción: Carreteras, Tecnología para el Conocimiento y la Información, Infraestructura turística, explotación de recursos renovables. Eso da empleo saludable, sustentable y sostenible.
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La clave para que Cajamarca obtenga un nuevo nivel de desarrollo, que se equilibre al de otras regiones del país, está en activar los motores que dan empleo, viabilizar la mayor cantidad de proyectos, contar con el concurso de profesionales con solvencia moral, sensibilidad social y capacidad de gestión comprobada |
El caso del proyecto minero Conga y su probable activación pasa por mirar nuevos escenarios de conciliación de la explotación minera, es requerido un nuevo modelo que necesariamente tiene que pasar por nuevas reglas de juego, donde necesariamente la licencia social que se otorga, reciba del licenciado cumplimiento estricto de condiciones que aseguren una convivencia integral, para ello hay que ponerse de acuerdo, desde el gobierno nacional, o sea el Ejecutivo, que reparte la torta; el gobierno regional, el gobierno local y el pueblo. ¡Ya es tiempo que los de abajo, sientan que la economía llega a sus bolsillos!
La clave para que Cajamarca obtenga un nuevo nivel de desarrollo, que se equilibre al de otras regiones del país, está en activar los motores que dan empleo, viabilizar la mayor cantidad de proyectos, contar con el concurso de profesionales con solvencia moral, sensibilidad social y capacidad de gestión comprobada, inversión pública a full y dar condiciones claras para que la inversión privada se ponga a la par de manera transparente y comprometida con la región.
Este nuevo período de los nuevos gobiernos, regional y local, de la mano de la población debe ser instalado con esa visión de futuro, un nuevo modelo para Cajamarca es un re-comenzar, repensar el modelo minero, que el gobierno central cumpla con dotar de recursos económicos para compensar el inmenso aporte que esta tierra le ha dado al país.