TÍA MARÍA O EL EFECTO CONGA

Cuando se pierde la perspectiva suelen despertar alucinados que piensan que es el Presidente de la República el que tiene que ir a escuchar a la turbamulta. Desconocer instancias del Ejecutivo, es un error, los extremos no son buenos consejeros, entre el va o no va, existen una serie de tonos, no todo es blanco o negro, existen diversidad de grises que pueden servir si el cuadro se pinta con absoluta buena fe, con confianza y claro,…eso es lo que le falta a la gente.

El problema que persiste en torno a la explotación minera es el de la desconfianza, generada en la mayoría de las veces por la pésima actuación de las empresas mineras que valiéndose de mecanismos diversos presionan decisiones ejecutivas para forzar el inicio de sus actividades, sean estas de exploración o explotación y en ello están comprometidos actores que lejos de hacer un análisis técnico integral, sereno y equitativo, desconocen el legítimo interés de la población.

Veámoslo desde otro ángulo, expectativas versus percepciones, mientras mas grande sea la distancia entre estos dos conceptos, la posibilidad de un entendimiento será inmensa; así se ve: desde el lado del empresario minero, maximizar sus ganancias; desde el lado de la población, maximizar sus oportunidades de vida: empleo, subsistencia (conjunto de alimentos y medios necesarios para vivir), en suma futuro y de eso hay muy poco. Pruebas al canto y con esto que no se confunda el putrefacto “no va sin criterio” o “ el país necesita de la minería si o si”. Ambas posiciones irreconciliables y los resultados los tenemos a la vista, una serie de proyectos sin ejecutarse. Pero,…¿que hacer entonces?

1°. Calma, calma y mas calma, llamar mediadores con conocimiento y prudencia en el manejo de situaciones devenidas en conflicto (no necesariamente abogados), información técnica creíble y un caucus entre las partes (sesiones privadas con cada una de las partes y el o los mediadores, escucha y dialogo; da frutos).

2°. Aplanar posiciones y potenciar el respeto entre los actores, de nada sirven los insultos ni ultimatums (esta es una posición extrema, definitiva y final). Si no hay convergencia de ideas, hay que aplazar cualquier medida que signifique exacerbar los ánimos.  Esto no es ajedrez (estrategias para vencer) ni lucha de quien tiene mas poder (Pueblo-Estado-Empresa, en ese orden) Se requiere transparencia y análisis del costo/beneficio, eso permitirá establecer una reducción del gap de posiciones (distancia o diferencia excesiva que existe entre elementos relacionados entre sí) expectativas versus percepciones.

Cumplidos uno y dos, se allanarán criterios que permitan acuerdos y eso, es complicado pero no imposible. Finalmente diremos que, como se percibe la credibilidad de alguien es por su historial de vida y si éste es malo, es ese alguien quien debe buscar mejorar su credibilidad y su comportamiento, no funciona de otra forma.

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