Tedros Adhanom Gebreyesus, quien se desempeña como Director General de la OMS, ha aconsejado a los gobiernos del mundo que tomen precauciones en caso de que una nueva enfermedad desencadene otra calamidad de salud pública, en la escala de Covid-19, pandemia que afectó a más de 600 millones de personas en todo el mundo entre los años 2019 y 2023, y responsable de más de 6.8 millones de muertes en el mundo y de 220 196 en Perú (registrados por PCR).
Si esta terrible realidad no nos hace reflexionar y los gobiernos miran de costado, entonces las entrañables pérdidas de vidas humanas que produjeron cambios significativos en la composición de las familias, la sociedad y las economías, ya poco importan.
Es por eso por lo que, Tedros Adhanom Gebreyesus, instó a los líderes mundiales a invertir en estrategias de prevención que frenen el desarrollo de una posible nueva pandemia. Dijo que: «cuando llegue la próxima pandemia, que llegará, debemos estar preparados para responder de manera decisiva, colectiva y equitativa». La anunciada crisis se puede evitar invirtiendo en estrategias de prevención que frenen el desarrollo de una posible pandemia.
Sin embargo, el fin de la experiencia pandémica más reciente puede provocar, por un lado, agotamiento y negligencia por parte de los gobiernos y los pueblos; por otro lado, mayor inversión en salud pública, investigación y planificación. Las enfermedades no son los únicos riesgos a los que se enfrenta la humanidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho en su discurso que favorece la segunda opción, que encaja con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han fijado para el año 2030.
La OMS ha hecho la siguiente observación: «La pandemia nos ha desviado del rumbo, pero nos ha demostrado por qué los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben seguir siendo nuestra estrella polar y por qué debemos perseguirlos con la misma urgencia y determinación con la que contrarrestamos (aunque mal) la pandemia».
Si no hacemos hoy los ajustes que deben hacerse en los sistemas de salud, ¿quién los hará? ¿cuándo los haríamos si no los hiciéramos ahora?
Invertir en estrategias de prevención de la salud desde una perspectiva de política pública es una medida crucial para promover la salud y el bienestar de la población en general. Aquí hay algunos aspectos clave a considerar al desarrollar estrategias de prevención de la salud a nivel de política pública:
EDUCACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN: Es fundamental invertir en campañas educativas que promuevan la sensibilización sobre los factores de riesgo de enfermedades y los beneficios de adoptar un estilo de vida saludable. Esto puede incluir programas de educación en las escuelas, campañas de sensibilización en los medios de comunicación y la distribución de materiales educativos.
ACCESO A SERVICIOS DE ATENCIÓN MÉDICA PREVENTIVA: Es importante invertir en la disponibilidad y accesibilidad de servicios de atención médica preventiva, como chequeos regulares, vacunación, pruebas de detección y asesoramiento de salud. Esto implica asegurar que las personas tengan acceso adecuado a servicios de atención primaria y establecer políticas que promuevan la prevención y la detección temprana de enfermedades.
POLÍTICAS DE PROMOCIÓN DE ESTILOS DE VIDA SALUDABLES: Las políticas públicas deben fomentar entornos que faciliten la adopción de comportamientos saludables. Esto puede incluir la implementación de regulaciones sobre publicidad de alimentos poco saludables, la promoción de opciones alimentarias saludables en entornos públicos y la creación de espacios comunitarios para la actividad física.
PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES CRÓNICAS: Dado el creciente impacto de las enfermedades crónicas en la salud pública, las estrategias de prevención deben enfocarse en abordar los factores de riesgo y promover intervenciones tempranas. Esto puede incluir programas de prevención y manejo de enfermedades crónicas, políticas de control del tabaco, promoción de una alimentación saludable y fomento de la actividad física.
INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO: La inversión en investigación y desarrollo en el campo de la prevención de la salud es esencial para mejorar las estrategias existentes y desarrollar nuevas intervenciones. Esto incluye la investigación en áreas como medicina preventiva, epidemiología, promoción de la salud y tecnología médica.
COLABORACIÓN INTERSECTORIAL: Para una política de prevención de la salud efectiva, es crucial fomentar la colaboración entre los sectores de la salud, la educación, el trabajo, la agricultura y otros. Esto implica establecer alianzas y programas intersectoriales que aborden los determinantes sociales de la salud y promuevan un enfoque integral de prevención.
EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO: Es importante invertir en la evaluación y el seguimiento continuos de las estrategias de prevención de la salud para medir su efectividad y realizar ajustes según sea necesario. Esto implica establecer sistemas de monitoreo de salud pública y recopilar datos relevantes para respaldar la toma de decisiones basada en evidencia.
La AMENAZA permanece, LA PREVENCIÓN debe ser eso, ¡PREVENCIÓN!
Fuentes consultadas:
- National Geographic:
Constanza Vacas, periodista especializada en temas de actualidad.
- Objetivos de desarrollo sostenible: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/
- Centro de Ciencia de Sistemas e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins: https://www.worldometers.info/coronavirus/