Sin ánimo de caer en el pesimismo, los hechos son los hechos y hay una realidad económica del país y que podría explotarnos en la cara si no se toman medidas urgentes. Desde El Nuevo Diario y con anterioridad (ver la columna RECAUDACIÓN Y DEFICIT FISCAL del día 17 de Julio de 2023) lo advertimos.

La caída de la recaudación tributaria, es preocupante para un país como el nuestro que necesita, más que nunca, acopiar recursos dinerarios para atender las inmensas demandas de la población, máxime en un escenario nada promisor.

Con una inflación que mantiene altos los precios de los alimentos de primera necesidad, no hay presupuesto familiar que aguante llegar a fin de mes cubriendo las necesidades del hogar, alimentos, gastos de salud, pago de servicios y otros.

Uno de los motores de la economía es la inversión privada, esa inversión que genera empleo y ha dejado de hacerlo, por el contrario, su caída, es un retroceso que acusará perjuicio a muchísimos hogares que verán impactados sus fuentes de ingresos.

El pronóstico de crecimiento de la economía para 2023 va en el orden del 1%, esto no ayuda, el desempleo va en aumento y eso impacta fuertemente en los niveles de pobreza.

El manejo de la crisis producto del dengue y la desatención de la salud denotan ineficiencia, resultados que se suman a la pésima atención de desastres por efecto del ciclón Yaku y eso refleja la débil reacción frente a este tipo de fenómenos que podrán agravarse debido al cambio climático o calentamiento global.

Ni hablar del gasto público que se pondera en promedio entre 27 y 30% para Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales, mas aún si vemos con atención el gasto central que otrora fuera palanca para las inversiones en general.

Sectores importantes como el de Salud con ejecución pobrísima, 18% de su presupuesto de inversiones, muestran de manera brutal lo que se refleja en las atenciones de salud de la población, hospitales que no se dan abasto ni en atenciones, por falta de personal médico, ni en dotación de medicinas, una calamidad nacional que se repite.

Si miramos el sector Educación su performance llega apenas con 29% de los 4,500 millones asignados, no hay forma de avanzar si eso no se corrige.

Por su lado el sector Agricultura, Desarrollo y Riego, va en el orden del 30% de ejecución, en un país que sufre los embates de la naturaleza es necesario poner mas atención en proyectos y programas que alivien las necesidades del campo, sobre todo, de ahí vienen los alimentos.

Una realidad urgente de atender está en el sector Vivienda, que alcanza un 25% y el sector Transportes 40%, habiendo tanto que hacer para aminorar el porcentaje de brechas y demandas de la población. Las cifras son de Transparencia Económica del MEF.

En tiempos de crisis la inversión pública debe ser palanca de dinamismo de la Economía, es uno de los motores que hay que afinar para que funcione el resto.

La Ejecución promedio nacional es de 38% al cierre de julio y mientras llevamos dos trimestres con crecimiento negativo, técnicamente estaríamos en recesión, esto explica el por qué la inversión privada, está en cautela o en negativo.

Preocupa que, Newmont y su proyecto Yanacocha Sulfuros haya pateado su arranque para julio de 2024, lo que significado desactivación de puestos de trabajo, desempleo para muchos.

De otro lado y si bien es cierto que el dólar ha bajado eso es producto de la caída de consumo en los EEUU, lo que obliga a los países medianamente dolarizados a actuar en el mercado monetario, no es un éxito de dichos países, menos ingresos para la exportación.

Sin crecimiento económico no hay empleo y la pobreza podría incrementarse del 27 al 30% en el nivel nacional.

Las personas sufren la inseguridad alimentaria, muchas personas comen menos o han dejado de comer debido a la débil o nula estrategia para combatir pobreza y pobreza extrema.

Si el sector agrícola adolece de fertilizantes, y la amenaza del Niño Costero y Cambio Climático están presentes con medidas tardías para contrarrestar dichas amenazas, pues vaya escenario que nos espera.

Con Punche Perú el programa estrella del gobierno no es suficiente en comparación con el otrora Reactiva Perú que alcanzó 60 mil millones y sin una estrategia prospectiva que se haya declarado, en serio, seguiremos con una economía parada producto de varios factores: convulsión social, cautela de los inversionistas, baja ejecución de gasto público, desconfianza en el gobierno, corrupción, etc.

Al Gobierno le falta convicción y liderazgo, y en definitiva ha obviado trabajar con sectores importante para recuperar espacios de concierto y armonía, atender a la población, trabajar con el sector privado, llamar a los expertos (de la academia) los que saben, para hacer una estrategia suficiente para destrabar el statu quo.

(31 de julio de 2023)

(*) Economista, Periodista según la ONU-DH, Maestría en Gestión de la Educación, y Especialidad en Planeamiento Estratégico, Especialidad en Informática y Computación. Especialidad en Formulación y Evaluación de Proyectos de Inversión Pública y Privada. Gestión Especializada en Planes Maestros de Aeropuertos. Licencia en Conciliación Extrajudicial. Asesoría y Consultoría Empresarial en Empresas de Construcción y Consultoría. Especialidad en Formulación y Evaluación Económica de Proyectos de Afianzamiento Hídrico. Planificación Estratégica de Riesgo de Desastres. Past director del Colegio de Economistas de Lima. Past Secretario Nacional de Asuntos Gremiales, Científicos y Académicos del Colegio de Economistas del Perú. Director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Nacional de Cajamarca.

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