En muchas ciudades, como en el distrito de Cajamarca existe un conflicto creciente entre los residentes de zonas urbano-residenciales y los negocios de restaurantes que han sido autorizados por la autoridad local sin tener en cuenta la preservación de la paz social, la tranquilidad de los vecinos y el respeto al medio ambiente. Los residentes se quejan de los siguientes problemas:
Ruido: Los restaurantes generan ruido excesivo, especialmente por la noche, debido a la música, las conversaciones de los clientes y el personal, y la carga y descarga de suministros.
Basura: Los restaurantes generan una gran cantidad de basura, que a menudo se acumula en las calles y atrae plagas.
Tráfico: Los restaurantes generan un aumento del tráfico, lo que dificulta el estacionamiento y la circulación en las calles.
Seguridad: Los restaurantes pueden atraer a personas indeseables, lo que aumenta la sensación de inseguridad en la zona.
Los residentes argumentan que tienen derecho a vivir en un ambiente tranquilo y seguro. Señalan que los restaurantes no son compatibles con el carácter residencial de la zona y que están causando una degradación del medio ambiente.
Instalar restaurantes en cualquier lugar aún cuando haya sido autorizado por la autoridad local atenta contra el buen vivir y la tranquilidad pública y es en ese sentido que los vecinos cuya zona de vivienda se ha visto invadida por negocios, vienen preparando denuncia penal contra las autoridades municipales en tanto son atentatorias contra la Constitución Política del Perú que establece como derecho fundamental “a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida”, con ello se exige que todo órgano tienen la obligación de proteger el medio ambiente y sus componentes en las que se da las condiciones adecuadas para garantizar la existencia de la persona en un ambiente sano por la persona y el respeto a su dignidad así como contra normas conexas que tienen que ver con la preservación del medio ambiente, de la salud y la vida de las personas.
En el caso de Cajamarca, el problema se ha intensificado en los últimos años, debido al crecimiento de actividades monetaristas sin criterio para el ordenamiento y zonificación de negocios.
Las autoridades locales pueden mejorar la zonificación para evitar que se abran restaurantes en zonas residenciales, así mismo pueden regular el ruido del entorno vecinal, controlar la basura de los restaurantes, mediante la imposición de multas por no depositarla correctamente, e igualmente pueden gestionar el tráfico, mediante la creación de zonas de aparcamiento para residentes o la restricción del acceso a determinadas calles, también pueden promover la seguridad, mediante el aumento de la vigilancia policial.
La paz social se ve alterada, una vez más, por el desmedido afán de las autoridades al permitir negocios en las vecindades de viviendas que lo único que precisan es tener un lugar de paz y tranquilidad para vivir, llegar a descansar y tener un entorno de tranquilidad. Si eso no se entiende, entonces habrá consecuencias que la ley establece.