La innovación es el proceso de crear y aplicar nuevas ideas y tecnologías que mejoran la producción y el bienestar de las personas. La innovación tiene un impacto positivo en el desarrollo económico y social de los países, ya que permite aumentar la productividad, la competitividad, la calidad de vida y la sostenibilidad ambiental. La innovación también contribuye a resolver los desafíos globales, como el cambio climático, la pobreza, la salud y la educación. 123
Según una encuesta realizada por el BID y Latino barómetro, el 23% de los latinoamericanos considera que la innovación es un tema importante para el desarrollo de su país, aunque hay diferencias según el nivel de ingreso, la edad y el género de los encuestados. Algunos de los países que más reconocen la importancia de la innovación son Brasil, Uruguay y Costa Rica. 2
Para fomentar la innovación en la región, se requiere de una mayor inversión en investigación y desarrollo (I+D), una mejor educación y capacitación, un entorno favorable para el emprendimiento y la cooperación entre los actores públicos y privados.
¿Cómo se mide el impacto de la innovación?
Existen diferentes formas de medir el impacto de la innovación, dependiendo de los objetivos y las características de cada organización o sector. Algunas de las métricas más comunes son:
El número de nuevas ideas propuestas y seleccionadas para su aplicación.
El número de proyectos sin éxito y el tiempo de comercialización de los exitosos.
Los ingresos generados por las nuevas ideas y el porcentaje de ventas de los nuevos productos o servicios.
La satisfacción de los clientes con los nuevos productos o servicios y el grado de fidelización.
Las lecciones aprendidas y las mejoras introducidas en el proceso de innovación.
Estas métricas pueden complementarse con otras que reflejen el impacto social y ambiental de la innovación, como el número de empleos creados, el ahorro de recursos, la reducción de emisiones o el aumento de la calidad de vida.
Para medir la innovación de forma efectiva, es importante definir los indicadores adecuados, recoger los datos necesarios, analizarlos y comunicarlos de forma clara y transparente. Así se podrá evaluar el rendimiento de la innovación, identificar las áreas de mejora y tomar decisiones estratégicas.
¿Qué es el índice de innovación y cómo funciona?
El índice de innovación es una herramienta que mide y compara el desempeño de la innovación de diferentes países o regiones, basándose en una serie de indicadores que reflejan los factores que favorecen o dificultan la innovación. El índice de innovación más conocido y utilizado es el Índice Mundial de Innovación (GII, por sus siglas en inglés), que publica anualmente la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en colaboración con otras instituciones.
El GII funciona de la siguiente manera: primero, se seleccionan unas economías que representan el 95% del producto interno bruto (PIB) mundial y el 92% de la población mundial. Luego, se recopilan datos de diversas fuentes oficiales y privadas sobre unos 80 indicadores que abarcan aspectos como las instituciones, el capital humano, las infraestructuras, el mercado, los negocios, el conocimiento, la tecnología, la creatividad y el impacto de la innovación. Después, se normalizan y ponderan los datos para obtener una puntuación de cada indicador y de cada economía. Finalmente, se clasifican las economías según su puntuación global y se analizan los resultados y las tendencias.
El GII tiene como objetivo proporcionar una visión integral y objetiva de la innovación a nivel mundial, regional y nacional, así como identificar las fortalezas y debilidades de cada economía y las áreas de mejora. El GII también pretende estimular el debate y la cooperación entre los actores involucrados en la innovación, como los gobiernos, las empresas, las universidades y la sociedad civil. Además, el GII suele abordar cada año un tema específico relacionado con la innovación, como el futuro del crecimiento, la innovación médica o la financiación de la innovación.
¿Cómo se puede mejorar el índice de innovación de un país?
Para mejorar el índice de innovación de un país, se necesita implementar una serie de medidas que estimulen la creación y difusión de nuevas ideas y tecnologías, así como su aplicación a la solución de problemas sociales y ambientales. Algunas de estas medidas son:
Aumentar la inversión pública y privada en investigación y desarrollo (I+D), tanto en términos absolutos como en relación con el producto interno bruto (PIB).
Mejorar la calidad y la accesibilidad de la educación, especialmente en los niveles superiores y en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Fomentar el emprendimiento y la innovación abierta, facilitando la creación, el financiamiento y el crecimiento de las empresas innovadoras, así como la colaboración entre ellas y con otros actores del ecosistema de innovación, como las universidades, los centros de investigación, las organizaciones sociales y el sector público.
Fortalecer el marco legal e institucional que protege y promueve la propiedad intelectual, el comercio, la competencia y la regulación de los mercados, garantizando un entorno favorable y seguro para la innovación.
Impulsar la innovación social y ambiental, orientando la innovación hacia la satisfacción de las necesidades y expectativas de la población, especialmente de los grupos más vulnerables, y hacia la preservación y mejora de los recursos naturales y la biodiversidad.
Estas medidas requieren de una visión estratégica, una coordinación efectiva y una participación amplia y diversa de todos los agentes involucrados en la innovación, así como de una evaluación continua de los resultados y los impactos de la innovación.
¿Cómo se financia la innovación en América Latina?
La financiación de la innovación en América Latina es un desafío que requiere de la participación de diversos actores, tanto públicos como privados. Según un estudio del BID, la región invierte en promedio el 0,7% de su PIB en investigación y desarrollo (I+D), muy por debajo del 2,4% que invierten los países de la OCDE. Además, el 60% de esa inversión proviene del sector público, mientras que el 40% restante corresponde al sector privado. 1
Entre las principales fuentes de financiación de la innovación en América Latina se encuentran:
Los fondos públicos, que se canalizan a través de programas, subsidios, créditos, incentivos fiscales y compras públicas innovadoras. Estos fondos suelen estar orientados a apoyar la investigación básica y aplicada, el desarrollo de capacidades, la infraestructura tecnológica y la transferencia de conocimiento. Algunos ejemplos de fondos públicos son el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT) de Chile, el Fondo para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (FONTAGRO) de Colombia y el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) de Venezuela.
Los fondos privados, que provienen de las empresas, las universidades, las organizaciones no gubernamentales y los individuos. Estos fondos suelen estar destinados a financiar la innovación empresarial, el emprendimiento, la propiedad intelectual y la cooperación entre actores. Algunos ejemplos de fondos privados son el Fondo Emprender de Colombia, el Fondo de Innovación Tecnológica (FIT) de Perú y el Fondo de Inversión Social (FIS) de Brasil.
Los fondos internacionales, que provienen de organismos multilaterales, agencias de cooperación, bancos de desarrollo y fundaciones. Estos fondos suelen estar dirigidos a apoyar proyectos de innovación con impacto social y ambiental, así como a fortalecer el ecosistema de innovación regional. Algunos ejemplos de fondos internacionales son el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED), el Fondo de Innovación para América Latina y el Caribe (FILAC) y el Fondo de Innovación Global (GIF).
¿Cómo podemos promover la innovación en América latina y particularmente en Perú?
Promover la innovación en América Latina y en el Perú es un reto que implica el esfuerzo conjunto de los sectores público, privado, académico y social. Algunas de las acciones que se podrían implementar para lograrlo son:
Aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D), tanto a nivel nacional como regional, y diversificar las fuentes de financiamiento, incluyendo fondos públicos, privados e internacionales.
Mejorar la calidad de la educación, desde la básica hasta la superior, y fomentar el desarrollo de habilidades y competencias para la innovación, especialmente en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Crear un entorno favorable para el emprendimiento y la innovación abierta, facilitando la creación, el crecimiento y la internacionalización de las empresas innovadoras, así como la colaboración entre ellas y con otros actores del ecosistema de innovación, como las universidades, los centros de investigación, las organizaciones sociales y el sector público.
Fortalecer el marco legal e institucional que protege y promueve la propiedad intelectual, el comercio, la competencia y la regulación de los mercados, garantizando un entorno seguro y transparente para la innovación.
Impulsar la innovación social y ambiental, orientando la innovación hacia la satisfacción de las necesidades y expectativas de la población, especialmente de los grupos más vulnerables, y hacia la preservación y mejora de los recursos naturales y la biodiversidad.
Estas acciones requieren de una visión estratégica, una coordinación efectiva y una participación amplia y diversa de todos los agentes involucrados en la innovación, así como de una evaluación continua de los resultados y los impactos de la innovación.
¿En qué nivel de innovación se encuentra Perú, según los indicadores internacionales?
Según el Índice Global de Innovación 2023, elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el Perú se encuentra en el puesto 76 de 132 países y economías evaluados, lo que representa un empeoramiento respecto del año anterior (2022), en el que ocupaba la posición 65.
El índice se basa en 80 indicadores que abarcan aspectos como las instituciones, el capital humano, las infraestructuras, el mercado, los negocios, el conocimiento, la tecnología, la creatividad y el impacto de la innovación. El Perú tiene un desempeño positivo en 5 de los 7 pilares, especialmente en instituciones, capital humano e investigación, sofisticación del mercado y sofisticación empresarial.
A nivel regional, el Perú se ubica en el séptimo lugar entre los 18 países de América Latina y el Caribe incluidos en el análisis, superando a países como Argentina, Panamá, Paraguay, Ecuador y Bolivia. Sin embargo, aún se encuentra por debajo de Chile, México, Costa Rica, Brasil, Uruguay y Colombia.
El índice tiene como objetivo proporcionar una visión integral y objetiva de la innovación a nivel mundial, regional y nacional, así como identificar las fortalezas y debilidades de cada economía y las áreas de mejora. El índice también pretende estimular el debate y la cooperación entre los actores involucrados en la innovación, como los gobiernos, las empresas, las universidades y la sociedad civil.
¿Cómo se puede mejorar la inversión en I+D en Perú?
Para mejorar la inversión en I+D en Perú, se necesita implementar una serie de medidas que estimulen la creación y difusión de nuevas ideas y tecnologías, así como su aplicación a la solución de problemas sociales y ambientales. Algunas de estas medidas son:
Aumentar la inversión pública y privada en investigación y desarrollo (I+D), tanto en términos absolutos como en relación con el producto interno bruto (PIB).
Mejorar la calidad y la accesibilidad de la educación, especialmente en los niveles superiores y en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Fomentar el emprendimiento y la innovación abierta, facilitando la creación, el financiamiento y el crecimiento de las empresas innovadoras, así como la colaboración entre ellas y con otros actores del ecosistema de innovación, como las universidades, los centros de investigación, las organizaciones sociales y el sector público.
Fortalecer el marco legal e institucional que protege y promueve la propiedad intelectual, el comercio, la competencia y la regulación de los mercados, garantizando un entorno favorable y seguro para la innovación.
Impulsar la innovación social y ambiental, orientando la innovación hacia la satisfacción de las necesidades y expectativas de la población, especialmente de los grupos más vulnerables, y hacia la preservación y mejora de los recursos naturales y la biodiversidad.
Estas medidas requieren de una visión estratégica, una coordinación efectiva y una participación amplia y diversa de todos los agentes involucrados en la innovación, así como de una evaluación continua de los resultados y los impactos de la innovación.
Fuentes consultadas
Global Innovation Index 2023
OMPI: Organización Mundial de la Propiedad Intelectual
Revista WIRED
“The lean product. Playbook” de Dan Olsen
Observatorio Vodafone de la Empresa.
“Lo inevitable – Entender las 12 fuerzas tecnológicas que configurarán nuestro futuro” de Kevin Kelly.
“Generación de modelos de negocio” de Alexander Osterwalder e Yves Pigneur.
“5G, soñemos juntos” de José Manuel Petisco.