Facilismo del cemento frente al desarrollo de las personas

La priorización de políticas de consolidación que promuevan la mejora y ejecución de las redes de transporte público de la ciudad. ¿En qué momento?

Cajamarca vive un creciente estado de desorden y malestar.

Siento temor por el crecimiento urbano y la infraestructura de transporte. El énfasis en el hormigón y la construcción de carreteras a veces tiene prioridad sobre el desarrollo de redes de transporte público eficaces, que dignifiquen a las personas. Esto podría resultar en un aumento del tráfico y una peor calidad de vida en la ciudad.

Implementar medidas para mejorar el transporte público es una tarea multifacética que abarca la planificación urbana, la asignación presupuestaria y el respaldo político.

Si bien puede resultar desesperante, la transición hacia sistemas de transporte sensibles con el peatón, sostenibles y eficientes, requiere paciencia y un esfuerzo conjunto.

La participación de los ciudadanos en el debate cívico y el respaldo de medidas que promuevan el transporte público y la movilidad sostenible son cruciales. Aplicando la presión adecuada y brindando suficiente asistencia, es posible lograr buenas transformaciones tanto para la ciudad como para sus residentes.

Para mejorar el transporte urbano, se podrían contemplar muchas acciones específicas:

Promover el desarrollo de vecindarios y comunidades que fomenten, prioritariamente, caminar garantizando la presencia de cruces de calles seguros y fácilmente transitables y actividades atractivas a nivel de calle.

Desarrollar infraestructura ciclista segura, incluidas redes interconectadas de carriles exclusivos para bicicletas, y proporcionar estacionamientos seguros para bicicletas.

Establecer diseños de carreteras que se adapten a peatones, bicicletas y automóviles, incluidas calles sin automóviles y vías verdes.

Abogar por la mejora del transporte público, garantizando que se caracterice por un servicio regular, expedito y sin escalas.

Establecer una combinación armoniosa de diversos usos del suelo, incluidas áreas residenciales, comerciales, recreativas y orientadas a servicios.

Promover la compacidad estableciendo áreas condensadas que faciliten viajes más cortos y minimicen la expansión de las áreas metropolitanas.

Modificar la densidad de población para alinearla con la capacidad de la infraestructura de transporte.

Mejorar la movilidad disminuyendo la disponibilidad de estacionamiento e implementando regulaciones sobre el uso de las calles, particularmente durante los períodos de mayor tráfico.

La implementación de estas estrategias puede mejorar la efectividad y durabilidad del sistema de transporte, mejorando así el bienestar general de los residentes urbanos.

Varias ciudades han adoptado efectivamente estrategias para mejorar la movilidad urbana y el transporte público.

Murcia, España, ganadora del prestigioso premio de la Semana Europea de la Movilidad 2015, ha fomentado con éxito una convivencia armoniosa entre automóviles, peatones y ciclistas. Esto se ha logrado a través de muchas iniciativas, incluido el permiso para llevar bicicletas plegadas en los autobuses y la mejora de las zonas peligrosas.

Malmö, Suecia, es reconocida por su incorporación de la planificación urbana global en su planificación de movilidad. Como parte de sus esfuerzos para disminuir el uso de automóviles, la ciudad ha implementado varias iniciativas, como una red de tranvías y programas para promover el crecimiento de las bicicletas.

Helsinki, Finlandia, encabeza el Índice de preparación para el transporte urbano de 2023 debido a su dedicación duradera al transporte sostenible, que abarca áreas libres de vehículos e infraestructura para bicicletas de última generación.

Las ciudades de París, Francia; Eindhoven, Países Bajos; Gotemburgo, Suecia; Montpellier, Francia; Viena, Austria; Hannover, Alemania; Las Vegas, Estados Unidos; Los Ángeles, Estados Unidos; Denver, Estados Unidos; Singapur; y Barcelona, España, han implementado varias soluciones, incluidos viajes compartidos y sistemas integrados de transporte público en colaboración con empresas del sector privado.

Estos ejemplos demuestran la viabilidad de implementar eficazmente políticas de movilidad sostenible y lograr mejoras sustanciales en el transporte urbano.

Los obstáculos típicos que se encuentran al adoptar iniciativas de transporte público incluyen:

Obtener el capital necesario para establecer y sostener redes de transporte efectivas.

Superar la resistencia al cambio implica abordar las objeciones de personas y organizaciones que están acostumbradas a la situación actual.

Utilizar tecnología de vanguardia como Internet de las cosas (IoT) y 5G para mejorar la eficiencia operativa y mejorar la experiencia general del usuario.

Abordar los desafíos que plantean la inflación y el aumento de los gastos de energía, particularmente durante el cambio hacia flotas de vehículos más respetuosas con el medio ambiente.

Resolver la deficiencia de trabajadores calificados necesarios para operar las redes de transporte.

Cumplir con los crecientes requisitos de los consumidores de servicios mejorados y acelerados.

Gestionar las complejidades del panorama político y el marco regulatorio que podrían afectar la ejecución de nuevas políticas.

Estos problemas necesitan soluciones inventivas y cooperación entre los sectores público y comercial para establecer un sistema de transporte público eficaz y duradero.

Para superar los desafíos en la implementación de transporte público, se pueden adoptar las siguientes estrategias:

Avanzar hacia vehículos de cero emisiones, lo que puede requerir adaptar criterios en licitaciones y cumplir con normativas ambientales1.

Enfrentar la inflación y el encarecimiento de combustibles y energía mediante una gestión eficiente de recursos y búsqueda de financiamiento alternativo.

Abordar la escasez de conductores a través de programas de capacitación y mejoras en las condiciones laborales.

Navegar por el entorno político y trabajar con gobiernos para implementar reformas que favorezcan el transporte público.

Cumplir con las expectativas de los pasajeros mejorando la calidad y comodidad del servicio.

Utilizar tecnologías avanzadas para mejorar la operación y eficiencia del transporte, como sistemas de control y monitoreo.

Mejorar la infraestructura vial y fomentar alternativas de movilidad sostenible para reducir la congestión y la contaminación.

Estas estrategias requieren un enfoque colaborativo entre el sector público, privado y la comunidad para crear un sistema de transporte más eficiente.

La gestión de rutas debe destacar la importancia de un plan de transporte estratégico para controlar costos y optimizar los flujos logísticos de una empresa.

Para aplicar estrategias de transporte público exitosas, se pueden seguir estos pasos:

Estudiar ejemplos de ciudades que han implementado con éxito estrategias de transporte y entender los factores que contribuyeron a su éxito.

Ajustar las estrategias exitosas a las condiciones locales, considerando factores como la geografía, la economía, la cultura y las necesidades específicas de la población.

Integrar la planificación del transporte con el desarrollo urbano, asegurando que las mejoras en el transporte se alineen con el crecimiento y la planificación de la ciudad.

Involucrar a la comunidad en el proceso de planificación para garantizar que las estrategias de transporte satisfagan las necesidades y preferencias de los residentes.

Adoptar tecnologías avanzadas y soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del transporte público.

Buscar fuentes de financiamiento sostenibles y establecer modelos de negocio viables para el transporte público.

Desarrollar políticas y marcos legales que apoyen la implementación de estrategias de transporte y movilidad sostenible.

Aplicando estos pasos, otras ciudades pueden adaptar y replicar las estrategias exitosas para mejorar su propio sistema de transporte público.

El éxito de las implementaciones en transporte público se puede medir a través de varios indicadores clave:

Encuestas y Feedback directo de los usuarios para evaluar la calidad del servicio.

Análisis de la puntualidad, frecuencia e intervalos de llegadas de los servicios.

Medir la cobertura del servicio y la facilidad de acceso para todos los grupos poblacionales.

Reducción de emisiones contaminantes y contribución a la sostenibilidad urbana.

Estadísticas de uso y crecimiento en la demanda de los servicios de transporte público.

Evaluación de la intermodalidad y la integración con otros modos de transporte.

Implementación y adopción de tecnologías avanzadas en el sistema de transporte.

Análisis financiero para determinar la relación entre el costo de operación y los beneficios obtenidos.

Estos indicadores ayudan a las autoridades y operadores a entender el rendimiento del sistema de transporte y a identificar áreas de mejora.

El autor es:

(*) Economista, Periodista (ONU-DH), Maestro en Gestión de la Educación, Docente Universitario, Metodólogo, Planificador Estratégico, Director de Innovación y Transferencia Tecnológica en UNC.

Publicaciones en:  https://issuu.com/valdemarperu; https://foroeconomicoperu.com/  

Deja un comentario