Reencuentro: El poder transformador del libro

Mientras más voces aclaren, estaremos de acuerdo con las que escuchamos: de Paola, de Carolina, de Berardo, de Roy, de Darío, de Arturo, de tantos otros, invisibles, en consenso, un jueves, en nuestra casa universitaria, en el aula magna, en nuestra conciencia.

Se habló del “Desarrollo Territorial y Minería” libro de (Molina et al., 2024)

Después de aproximadamente 30 años de minería en Cajamarca, recién comenzamos a reflexionar sobre qué acciones deberíamos haber tomado o qué deberíamos hacer ahora.

Al reflexionar, nos damos cuenta de que han sucedido muchas cosas y que el tiempo ha pasado. Aunque nunca es tarde, es crucial replantear el desarrollo territorial como un objetivo que asegure, que todos estemos seguros y felices, es un anhelo, de vivir en Cajamarca.

Deberíamos empezar por identificar a quienes se sienten satisfechos y a quienes no, considerando que esto no ha dependido enteramente de nosotros, sino también de directrices del nivel central que impedían a los cajamarquinos planificar acciones a largo plazo.

En efecto, algunas decisiones del nivel central entraban en conflicto con nuestros deseos en Cajamarca.

Es esencial establecer y preservar lazos de confianza basados en la transparencia, que nos permitan unirnos a pesar de nuestras diferencias y encontrar consensos en temas que nos afectan o deberían unirnos, algo que en Cajamarca aún está por resolverse.

También se sugieren procesos iterativos que no son meramente bidireccionales, sino que requieren ser implementados y evaluados repetidamente.

El desarrollo territorial es un proceso complejo y dinámico que no siempre sigue una trayectoria lineal. Es normal que haya avances, retrocesos y cambios de dirección en el camino. Lo fundamental es mantener una visión a largo plazo que guíe las acciones y decisiones.

Enfrentar obstáculos y replantear estrategias no es un signo de debilidad, sino una oportunidad para el aprendizaje y el crecimiento. Al reflexionar sobre los tropiezos, se pueden identificar las causas de estos y ajustar las estrategias para superarlas con mayor eficacia.

De hecho, la capacidad de adaptarse y aprender de los errores es una de las características clave para el éxito en el desarrollo territorial. Es importante fomentar una cultura de innovación y apertura a nuevas ideas, donde los diferentes actores involucrados puedan colaborar y aportar sus perspectivas.

Aquí hay algunos puntos clave para tener en cuenta para un desarrollo territorial no lineal:

Es importante estar dispuesto a ajustar las estrategias y planes de acuerdo con las nuevas circunstancias y desafíos.

Se debe fomentar una cultura de aprendizaje continuo, donde se valore la experiencia y el conocimiento adquirido a través de los éxitos y fracasos.

Es fundamental involucrar a todos los actores relevantes en el proceso de desarrollo territorial, para aprovechar su conocimiento y experiencia.

Se debe mantener una comunicación abierta y transparente entre todos los involucrados, para facilitar la colaboración y la resolución de problemas.

El desarrollo territorial es un proceso a largo plazo que requiere tiempo y esfuerzo constante. Es importante ser paciente y perseverante para alcanzar los objetivos establecidos.

Recordar que el desarrollo territorial no es una carrera, sino un viaje. Lo importante es avanzar en la dirección correcta, aprendiendo de las experiencias y adaptándose a los cambios.

La implementación de acciones coordinadas para el desarrollo territorial requiere un enfoque integral que involucre a todos los actores relevantes y establezca mecanismos claros de comunicación y colaboración.

1. Definir objetivos claros y compartidos:

Establecer una visión a largo plazo para el desarrollo territorial, identificando los objetivos específicos que se desean alcanzar.

Asegurar que todos los actores involucrados comprendan y compartan estos objetivos, fomentando un sentido de ownership – propiedad – y compromiso colectivo.

2. Identificar actores clave y sus roles:

Realizar un mapeo de los diferentes actores que tienen interés o influencia en el desarrollo territorial, incluyendo entidades gubernamentales, organizaciones civiles, empresas, instituciones académicas y comunidades locales.

Definir claramente el rol y las responsabilidades de cada actor en el proceso de implementación de las acciones coordinadas.

3. Establecer mecanismos de comunicación y coordinación:

Crear canales de comunicación efectivos para facilitar el intercambio de información y la colaboración entre los diferentes actores.

Establecer mecanismos formales de coordinación, como comités o grupos de trabajo, para la toma de decisiones conjunta y la resolución de conflictos.

4. Desarrollar un plan de acción:

Elaborar un plan de acción detallado que especifique las acciones concretas que se deben realizar, los responsables de cada acción, los recursos necesarios y los plazos de ejecución.

Asegurar que el plan de acción sea flexible y adaptable a los cambios que puedan surgir durante el proceso de implementación.

5. Monitorear y evaluar el progreso:

Establecer indicadores de desempeño claros para medir el progreso en el logro de los objetivos establecidos.

Realizar evaluaciones periódicas del plan de acción para identificar los logros, los desafíos y las áreas de mejora.

Ajustar el plan de acción en función de los resultados de las evaluaciones, para garantizar que se siga avanzando en la dirección correcta.

6. Fomentar la participación y el empoderamiento:

Brindar oportunidades para que todos los actores relevantes participen activamente en el proceso de desarrollo territorial.

Empoderar a las comunidades locales para que sean protagonistas de su propio desarrollo, fomentando su capacidad de gestión y toma de decisiones.

7. Promover la transparencia y la rendición de cuentas:

Asegurar que todos los procesos sean transparentes y accesibles a todos los actores involucrados.

Establecer mecanismos de rendición de cuentas para garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente y responsable.

8. Cultivar la confianza y la colaboración:

Fomentar un clima de confianza y respeto mutuo entre los diferentes actores.

Promover la colaboración y el trabajo en equipo como elementos esenciales para el éxito del desarrollo territorial.

9. Celebrar los logros y aprender de los errores:

Reconocer y celebrar los logros alcanzados durante el proceso de implementación de las acciones coordinadas.

Analizar los errores y desafíos como oportunidades para el aprendizaje y la mejora continua.

10. Mantener una visión a largo plazo:

Recordar que el desarrollo territorial es un proceso a largo plazo que requiere un compromiso sostenido de todos los actores involucrados.

Mantener la visión a largo plazo como guía para las acciones y decisiones que se tomen en el presente.

El autor es:

(*) Economista, Escritor, Periodista (ONU-DH), Maestro en Gestión de la Educación, Docente Universitario, Metodólogo, Planificador Estratégico, Director de Innovación y Transferencia Tecnológica en UNC.

Publicaciones en:  https://issuu.com/valdemarperu; https://foroeconomicoperu.com/  

Referencias

Molina, R., Trivelli, C., Zegarra, D., & Bustamante, P. (2024). Desarrollo Territorial y Minería. Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

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