Desacelerados

La desaceleración económica en Perú es un tema que ha generado preocupación en los últimos años.  La inversión privada ha mostrado una tendencia a la baja, afectada por la incertidumbre política y económica. La falta de confianza en la estabilidad del país ha llevado a una reducción en nuevos proyectos de inversión.

La inestabilidad política, con frecuentes cambios en el gobierno y acuerdos convenidos entre el Ejecutivo y el Legislativo, ha afectado la confianza de los inversionistas.

Las protestas sociales y los conflictos con comunidades locales también han afectado proyectos mineros y de infraestructura.

La desaceleración de la economía global, incluyendo la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la volatilidad en los mercados internacionales, también han tenido efectos negativos en la economía peruana.

El crecimiento del PIB se ha desacelerado considerablemente en comparación con la década pasada, cuando Perú era una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina.

La tasa de desempleo ha aumentado debido a la menor actividad económica y la reducción de inversiones en sectores clave.

 La desaceleración económica ha tenido un impacto negativo en los niveles de pobreza y desigualdad. Menos oportunidades de empleo y menores ingresos han llevado a un incremento en la pobreza.

La menor recaudación tributaria, junto con un mayor gasto público para hacer frente a la pandemia y sus efectos económicos, ha llevado a un aumento del déficit fiscal y la deuda pública.

Para superar la desaceleración económica, es fundamental que Perú implemente una serie de medidas que incluyen:

Mejorar la gobernabilidad y la estabilidad política para recuperar la confianza de los inversionistas.

Fomentar el desarrollo de sectores no tradicionales para reducir la dependencia de la minería.

Implementar reformas en el sistema tributario, laboral y en el sector educativo para mejorar la competitividad y productividad.

Promover proyectos de infraestructura que generen empleo y mejoren la conectividad y competitividad del país.

Desarrollar políticas que mitiguen los efectos de la desaceleración en la población más vulnerable y reduzcan la pobreza y desigualdad.

Estas acciones son esenciales para lograr una recuperación sostenible y mantener un crecimiento económico sólido a largo plazo en Perú.

Desafortunadamente todavía no se tiene la conciencia suficiente para captar la magnitud de los acontecimientos internacionales y locales en proceso. De un lado, un segmento importante del sector empresarial y sus voceros mediáticos inciden en un conjunto de pretextos para tratar de explicar la desaceleración económica. Comenzó con la norma relativa a los límites de operación de la pesca industrial, nos falta añadir el asunto de que el gobierno no promueve la inversión privada.

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