La Agenda propone:
Resaltar la importancia de la gestión sostenible del agua y reconocer la resistencia hacia algunos proyectos mineros debido a experiencias negativas relacionadas con el uso del agua por parte de la industria minera. Es importante reconocer y acatar la Ley de Recursos Hídricos así como estas propuestas en tanto proponen un cambio de paradigma para la gestión del agua en la minería.
Conservar, proteger y cosechar el agua en las cuencas con presencia minera, sin afectar el balance del ciclo hidrológico y la vitalidad de los ecosistemas.
Reconocer el acceso al agua como un derecho humano fundamental y destacando la importancia de la cuenca como unidad territorial para la gestión del agua.
Cooperación y participación de todos los actores en los organismos de gestión de las cuencas. Se insta a la formación y funcionamiento de Consejos de Cuenca y se destaca la importancia de mejorar los hábitos, tecnologías y sistemas de riego.
Enfatizar la importancia de la transparencia y el acceso a la información hidrológica, hidrogeológica y de calidad de aguas, en ese sentido proponemos la elaboración de balances hidrológicos e hidrogeológicos y la creación de Planes de Gestión de los Recursos Hídricos, reconociendo la importancia de los Planes de Ordenamiento Territorial y la Zonificación Ecológica Económica.
Destacar las buenas prácticas que actores diversos han implementado para la gestión del agua, como la «cosecha del agua», la generación de «activos ambientales», la conservación de cuencas, la mejora de infraestructura de tratamiento de aguas y la realización de estudios de afianzamiento hídrico.
Proponer la aplicación de mejores tecnologías y conocimientos para disminuir el consumo de agua fresca y la consideración de nuevas fuentes de agua como la desalinizada o el agua de mar.
Destacar la importancia de los saberes, tecnología y organización andinos para la gestión eficiente del agua y la combinación de estos con la tecnología de punta, así como la recarga de acuíferos como una buena práctica.
Resaltar la importancia de atender los pasivos ambientales existentes, especialmente los mineros, que contaminan fuentes de agua.
Proponer la creación de Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativa para promover la transparencia en la gestión del agua.
Destacar la importancia de compartir la información y garantizar la independencia y sostenibilidad de estos Comités de Monitoreo y Vigilancia Ambiental Participativa.
Reconocer el esfuerzo en la formalización de la minería artesanal e instamos a la colaboración entre diferentes actores para apoyar este proceso, por cuanto se considera a la minería informal como una de las mayores fuentes de contaminación del agua.
Para lograr una gestión sostenible del agua en la minería
Todos los actores involucrados en la gestión del agua, incluyendo academia, empresas, comunidades y el gobierno, deben trabajar responsablemente en conjunto.
Impulsar los Consejos de Cuenca como espacios de gestión concertada, donde se pueden mejorar los hábitos, tecnologías y sistemas de riego, así como las conductas y eficiencias en el uso del agua; para ello es importante que fluya la información de manera transparente y accesible.
Los Consejos de Cuenca se presentan como organismos clave para la gobernanza del agua en las cuencas, promoviendo la participación, la cooperación y la adopción de prácticas responsables para una gestión sostenible del recurso hídrico.
Las Organizaciones de mineros artesanales deben participar en los procesos de formalización y adoptar prácticas responsables con el medio ambiente.
Las ONGs pueden brindar apoyo técnico y capacitación a los mineros artesanales para mejorar sus prácticas y reducir el impacto ambiental.
Las Empresas mineras pueden colaborar con recursos y compartir su experiencia en la gestión responsable del agua.
Las Municipalidades tienen un rol importante en la fiscalización y control de la actividad minera dentro de sus jurisdicciones.
Es importante sumar esfuerzos para apoyar el ordenamiento y formalización de la minería artesanal, un proceso que debe ser liderado por los Gobiernos Regionales y el Gobierno Nacional.
Se reconoce la complejidad de esta tarea debido a la dimensión del problema y la presencia de otros factores como el narcotráfico, la tala ilegal y el contrabando en algunas zonas donde se desarrolla la minería artesanal.
La formalización de la minería artesanal, junto con la educación sobre prácticas responsables y el acceso a tecnologías limpias, son claves para reducir la contaminación del agua proveniente de esta actividad.