El Olimpo Científico Peruano

Econ. Francisco Valdemar Chávez Alvarrán

En el Perú, hablar de ciencia suele sonar a susurro en medio del ruido político. Y, sin embargo, la incorporación reciente de seis destacados investigadores de la PUCP a la Academia Nacional de Ciencias (ANC) demuestra que la ciencia peruana sigue latiendo (PUCP, 2025). Este hecho es más que una ceremonia: es un recordatorio de que, aun en la precariedad, el conocimiento florece.

La ANC como brújula nacional

La ANC, fundada en 1938, tiene la misión de asesorar al Estado en temas científicos y tecnológicos. Su papel debería ser el de brújula en medio de tormentas. La metáfora es clara: un país sin ciencia es como un barco que navega en mar abierto sin brújula ni mapas. Puede avanzar, pero hacia el naufragio.

En países desarrollados, las academias científicas orientan políticas públicas en salud, energía, medio ambiente y educación. En el Perú, esta función ha sido subutilizada. Incorporar nuevos investigadores es también una oportunidad para reforzar este rol.

Los nuevos guardianes del conocimiento

Los seis científicos reconocidos pertenecen a disciplinas diversas: física, química, biología y matemáticas. Cada uno simboliza una antorcha encendida en un país que suele caminar en penumbras tecnológicas. Su incorporación es un acto de resistencia frente a la desvalorización de la ciencia.

Es como encender faroles en medio de un apagón: no eliminan la oscuridad de inmediato, pero muestran caminos posibles.

Ciencia y sociedad: la desconexión pendiente

El principal desafío de la ANC es salir de sus muros y conectarse con la sociedad. La ciencia no puede quedar encerrada en papers internacionales que solo leen especialistas. Debe transformarse en políticas públicas, en programas educativos, en innovación tecnológica tangible.

Un ejemplo claro es la crisis climática. Mientras comunidades de la sierra y la selva sufren sequías e inundaciones, la ANC puede y debe ofrecer evidencia científica para planificar obras hídricas, diseñar alertas tempranas y proponer estrategias de mitigación. No hacerlo sería como tener médicos en una aldea enferma que solo escriben recetas sin entregarlas.

El reto de la inversión en ciencia

El Perú invierte menos del 0.2% de su PBI en investigación científica, muy por debajo del promedio latinoamericano y mundial. Este abandono convierte a los científicos en héroes solitarios que hacen más con menos. La incorporación a la ANC debería también ser una voz de protesta: la ciencia no puede sostenerse con presupuestos raquíticos.

Reflexión final

La ANC no debe ser vista como un club elitista, sino como un faro colectivo. Si el Estado la escucha, si la sociedad la reconoce, y si los nuevos científicos asumen el reto de conectar conocimiento con acción, el Perú podrá dejar de caminar a tientas en la oscuridad.

La metáfora es clara: la ciencia es el farol que ilumina el futuro. Ignorarla es optar por caminar de noche en una carretera llena de precipicios.

Referencias
Pontificia Universidad Católica del Perú. (2025, mayo 30). Destacados científicos PUCP se incorporan a la histórica Academia Nacional de Ciencias. PuntoEdu. https://puntoedu.pucp.edu.pe/orgullo-pucp

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