Escuelas como Fábricas de Futuro

Econ. Francisco Valdemar Chávez Alvarrán

La escuela peruana tradicional se parece a un tren oxidado que avanza lento en rieles desvencijados: alumnos que memorizan sin comprender, profesores que repiten contenidos desactualizados, comunidades que sienten la educación como obligación más que como oportunidad. En este contexto surge Reimagina, una iniciativa impulsada por Anglo American que busca transformar los colegios en Centros de Inspiración y Creación (Anglo American, 2025).

Una metáfora del vaso vacío

Durante décadas, el sistema educativo peruano trató a los estudiantes como vasos vacíos que había que llenar con fórmulas, fechas y reglas. Pero un vaso lleno de datos no siempre se convierte en una mente crítica. Reimagina cambia el paradigma: no busca llenar vasos, sino encender fuegos. Los alumnos dejan de ser receptores pasivos y se convierten en exploradores activos.

Proyectos comunitarios

La iniciativa propone que las escuelas trabajen en proyectos vinculados a la realidad local: agua, agricultura, cultura, medio ambiente. Un colegio en Cajamarca, por ejemplo, podría investigar cómo recuperar manantiales o cómo reducir la contaminación minera; en Moquegua, cómo innovar en riego tecnificado. Cada proyecto convierte la escuela en un taller vivo, donde aprender significa transformar.

El rol del docente

En este modelo, el docente deja de ser un guardián de libros para convertirse en mentor, guía, inspirador. La metáfora es clara: ya no es el único faro que ilumina, sino el arquitecto de un espacio donde todos pueden encender su propia luz. Para lograrlo, es necesario capacitar a los maestros, ofrecerles recursos y, sobre todo, devolverles dignidad.

Educación disruptiva y ciudadanía

El enfoque de Reimagina no se limita a la escuela. Se conecta con la comunidad, integrando a padres, autoridades y líderes locales. La educación deja de ser un trámite individual para convertirse en un proyecto colectivo. La metáfora es poderosa: una escuela que educa aislada es como un faro encendido en un desierto; una escuela integrada es como un sol que ilumina toda una aldea.

Crítica al sistema actual

La urgencia de este tipo de programas se entiende mejor cuando se miran las cifras. Según la UNESCO (2024), más del 60% de estudiantes peruanos de secundaria no alcanzan niveles adecuados en comprensión lectora y matemáticas. Son jóvenes que memorizan, pero no entienden; que repiten, pero no crean. Si el sistema sigue igual, formaremos generaciones de ciudadanos obedientes, pero no críticos.

Reimagina como laboratorio social

La propuesta también tiene un trasfondo político. Transformar la educación implica cuestionar estructuras de poder. Significa empoderar a comunidades rurales, dar voz a jóvenes marginados, visibilizar saberes ancestrales. Una escuela reimaginada es también una escuela que cuestiona el modelo extractivista que domina el Perú. Por eso, no es solo un proyecto pedagógico: es un laboratorio social.

Reflexión final

Reimagina nos recuerda que educar no es llenar cerebros, sino cultivar libertades. En un país con tantas brechas, esta iniciativa es una chispa disruptiva que puede encender transformaciones más amplias. Si las escuelas se convierten en fábricas de futuro, el Perú podrá construir una generación que no repita consignas, sino que invente caminos.

Referencias
Anglo American. (2025, mayo 25). Reimagina: Transforming education in Peru. Anglo American. https://www.angloamerican.com/our-stories/communities/reimagina-transforming-education-in-peru

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