La importancia, seguridad y auto sostenimiento de las presas en el mundo, en el Perú y en Cajamarca

                                                                       Econ. Francisco Valdemar Chávez Alvarrán
Introducción

El agua ha sido, es y seguirá siendo la base de la vida y del desarrollo humano. Desde las antiguas civilizaciones hasta la era digital, la gestión del recurso hídrico ha definido el destino de los pueblos. En esta trayectoria, las presas han representado uno de los inventos más influyentes de la humanidad: estructuras que no sólo almacenan agua, sino que aseguran soberanía alimentaria, energética y social.

Sin embargo, en la actualidad surge una pregunta disruptiva: ¿pueden las presas mantenerse autosostenibles y sustentables frente a los desafíos crecientes del cambio climático, la erosión, la sedimentación y la complejidad de su mantenimiento? La respuesta exige una mirada crítica y visionaria que abarque pasado, presente y futuro.

Las presas en el mundo: legado, desafíos y horizontes

En el pasado, las presas permitieron la expansión de imperios agrícolas y urbanos. Fueron símbolos de ingenio y herramientas para dominar la naturaleza en beneficio de la vida.

En el presente, existen más de 58.000 grandes presas en el mundo, muchas de ellas aún en operación tras décadas de servicio. No obstante, pocas alcanzan niveles plenos de auto sostenimiento: la erosión en las cuencas altas reduce la vida útil de los embalses; la sedimentación disminuye la capacidad de almacenamiento de agua año tras año; y los métodos de mantenimiento resultan costosos y técnicamente complejos.

Hacia el futuro, el reto será rediseñar el concepto de presa como infraestructura aislada y transitar hacia sistemas autosostenibles que integren manejo integral de cuencas, tecnologías innovadoras de dragado y limpieza, energías renovables asociadas y economía circular del agua.

Las presas en el Perú: herencia, problemas actuales y perspectivas de auto sostenimiento

En el pasado reciente, el Perú emprendió grandes proyectos de infraestructura hidráulica: Poechos en Piura, Tinajones en Lambayeque, Gallito Ciego en Cajamarca, Limón en Olmos y Majes-Siguas en Arequipa. Estas presas transformaron territorios, crearon irrigaciones y permitieron consolidar cadenas agrícolas y agroexportadoras.

En el presente, la seguridad de las presas se encuentra estrechamente vinculada con su capacidad de auto sostenimiento. Sin embargo, se observa que la sedimentación progresiva amenaza la eficiencia de Poechos y Gallito Ciego; la erosión en cabeceras compromete la vida útil de sistemas como Tinajones y Paucarani; y los altos costos de mantenimiento dificultan sostener operaciones permanentes.

En el futuro del Perú, las presas deberán concebirse como organismos vivos dentro de sistemas territoriales: no sólo muros de concreto, sino plataformas de servicios múltiples que generen ingresos para financiar su propia conservación.

Cajamarca y la presa Gallito Ciego: de motor agrícola a reto de sostenibilidad

En el pasado, la construcción de la presa Gallito Ciego en el valle del Jequetepeque representó un salto histórico para Cajamarca y la costa norte. Almacenar agua en alturas antes improductivas permitió expandir la frontera agrícola, generar estabilidad en los valles y garantizar riego en épocas de estiaje.

En el presente, Gallito Ciego es administrada por OPEMA Jequetepeque, bajo un modelo de gestión participativa. Sin embargo, enfrenta dificultades típicas de sostenibilidad: la sedimentación reduce su capacidad útil, la erosión en cabeceras aumenta la presión sobre el embalse y el costo de dragado supera los recursos disponibles.

En el futuro, Cajamarca podría convertir a Gallito Ciego en un laboratorio de innovación hídrica mediante sistemas de dragado inteligente, energía solar flotante, reforestación de cuencas altas y creación de un fondo de auto sostenimiento.

La futura presa del Chonta: oportunidades y riesgos

En Cajamarca se proyecta la construcción de la presa del Chonta, destinada a abastecer de agua potable a la ciudad de Cajamarca, regular caudales para riego y fortalecer la seguridad hídrica de la región. Este proyecto representa una oportunidad crucial, pero también implica riesgos significativos:

1. Riesgos geotécnicos y estructurales: suelos complejos, fallas geológicas y actividad sísmica.
2. Riesgos ambientales: alteración de ecosistemas de alta montaña y posibles impactos en la recarga de acuíferos.
3. Riesgos sociales: conflictos por reasentamientos, distribución del agua y transparencia del proyecto.
4. Riesgos económicos: altos costos de construcción y mantenimiento, sedimentación temprana y limitaciones de financiamiento.
5. Riesgos climáticos: mayor variabilidad de lluvias por cambio climático, con avenidas extremas y sequías prolongadas.

Las lecciones de presas como Gallito Ciego, Poechos o Tinajones muestran que estos riesgos deben considerarse desde el diseño mismo del proyecto.

Hacia un enfoque disruptivo y autosostenible

Pensar en presas en el siglo XXI ya no puede limitarse a muros de contención. En el pasado, se diseñaron para controlar el agua; en el presente, deben verse como nodos estratégicos que integran agricultura, energía, ciudades y ecosistemas; y en el futuro deberán ser plataformas inteligentes de gestión hídrica con sensores, big data, inteligencia artificial y gobernanza participativa. El enfoque disruptivo plantea que la seguridad de presas no es sólo estructural, sino económica, ambiental y social.

Conclusiones

1. En el pasado, las presas fueron símbolos de progreso; en el Perú y Cajamarca marcaron hitos en la transformación agrícola y energética.
2. En el presente, enfrentan problemas críticos de erosión, sedimentación y altos costos de mantenimiento, que limitan su sostenibilidad.
3. En el futuro, la seguridad de presas estará condicionada a su auto sostenimiento, entendido como la capacidad de generar recursos y soluciones técnicas que aseguren su conservación y eficiencia.
4. Cajamarca, con Gallito Ciego y el proyecto de la presa del Chonta, debe aprender de las lecciones históricas: incorporar desde el diseño estrategias de gestión de cuencas, control de sedimentos y fondos de auto sostenimiento.
5. El Perú debe pasar de una cultura de presas subsidiadas a un nuevo paradigma de presas autosostenibles y sustentables, donde la ingeniería, la economía y la gobernanza territorial se unan para garantizar que el agua siga siendo la base del desarrollo humano en el siglo XXI.

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