La persistencia de la informalidad en América Latina, y especialmente en el Perú, no responde únicamente a la evasión de normas ni a una supuesta “resistencia cultural” a la legalidad. Es el síntoma más visible de un orden institucional incapaz de generar confianza, valor y oportunidades reales dentro del sistema formal. Este artículo sostiene que la erradicación de la informalidad no se logrará con programas de formalización masiva de microempresas o trabajadores, sino con una reforma institucional profunda que formalice las oportunidades mismas: acceso a crédito, justicia eficiente, seguridad económica y un marco regulatorio inteligible y confiable.
El espejismo de la formalización
En el Perú, más del 70 % de la población económicamente activa se mantiene en la informalidad (INEI, 2024). Sin embargo, la política pública persiste en la ilusión de que la formalización consiste en registrar empresas o emitir recibos por honorarios. Esta mirada tecnocrática olvida que la informalidad no es una elección, sino una consecuencia de estructuras institucionales ineficientes, excluyentes y asimétricas.
Como advierte North (1993), las instituciones son las reglas del juego que estructuran la interacción humana. Cuando estas reglas son ineficientes o desiguales, los individuos encuentran racional permanecer fuera de ellas. Así, el problema de fondo no es la “resistencia” a la formalidad, sino la racionalidad de evitar un sistema que castiga al pequeño y privilegia al poderoso.
El fracaso del paradigma normativo de la formalización
Las políticas impulsadas en las últimas décadas – ventanillas únicas, regímenes tributarios simplificados, plataformas digitales – han abordado la informalidad desde un enfoque procedimental, sin alterar las causas estructurales que la sostienen. De Soto (1986) propuso que la formalización podía liberar el “capital muerto” de los pobres; no obstante, décadas después, la experiencia latinoamericana demuestra que los títulos, licencias y registros no bastan si el Estado no garantiza instituciones confiables, mercados previsibles y derechos exigibles (Levy, 2018).
La informalidad no se reduce mediante coerción, sino mediante incentivos. En economías donde la justicia tarda años, la burocracia paraliza inversiones y los tributos no se traducen en bienes públicos visibles, ser informal es una decisión de supervivencia racional (Perry et al., 2020). En consecuencia, la formalización coercitiva – inspecciones, multas o cierres – solo profundiza el divorcio entre Estado y ciudadanía.
La informalidad como equilibrio institucional fallido
Desde la perspectiva neoinstitucionalista, la informalidad es un equilibrio de bajo rendimiento: un orden en el que los costos de participar en la formalidad superan los beneficios. A nivel macroeconómico, ello perpetúa una economía dual donde el sector formal financia al Estado mientras el informal genera empleo precario y baja productividad.
Rodrik (2021) sostiene que el desarrollo no consiste en “mover gente” del sector informal al formal, sino en transformar las reglas del juego para que la productividad de los sectores informales pueda crecer. Esto exige un rediseño integral del contrato social: un Estado que reduzca la incertidumbre, que administre justicia eficiente, y que simplifique la relación entre ciudadano, empresa y ley.
Formalizar las oportunidades: un nuevo enfoque económico
El desafío real es formalizar las oportunidades, no las personas. Esto implica:
Instituciones confiables: Un Estado predecible que garantice la aplicación imparcial de la ley, eliminando la arbitrariedad administrativa.
Reforma tributaria progresiva: Menos impuestos para quien crea empleo y más carga para quien especula o evade a gran escala.
Inclusión financiera inteligente: Bancos y fintech (combinación de «finanzas» y «tecnología» y se refiere a empresas que utilizan la tecnología para ofrecer servicios financieros) deben operar con sistemas de riesgo adaptados a la realidad de los micro emprendedores.
Educación económica y tecnológica: Sin alfabetización financiera ni digital, ningún proceso de formalización será sostenible.
Seguridad jurídica para la innovación: La formalización debe proteger la creatividad y la productividad, no ahogarlas en trámites.
La formalización de las oportunidades es una política de desarrollo institucional, no de registro mercantil. En lugar de obligar a los emprendedores a ingresar a un sistema hostil, el sistema debe transformarse para hacerles sentido.
Discusión: la economía política de la exclusión
La informalidad no es una anomalía, sino la norma en sistemas económicos donde la ley se diseña para pocos. El Estado peruano opera como una burocracia extractiva (Acemoglu & Robinson, 2012), que utiliza la formalidad como filtro de acceso, no como plataforma de desarrollo. Mientras la formalidad siga siendo un privilegio, la informalidad seguirá siendo una necesidad.
La reforma institucional pendiente exige una transformación de incentivos políticos. La informalidad no desaparecerá mientras el poder económico se concentre en grupos que lucran con la precariedad: desde intermediarios laborales hasta estructuras financieras que viven de la exclusión.
En conclusión
Erradicar la informalidad requiere un cambio de paradigma. No basta con simplificar trámites o ofrecer programas de registro; es necesario rediseñar las reglas del juego que generan exclusión estructural. Formalizar oportunidades implica un Estado que inspire confianza, promueva justicia, y haga rentable el cumplimiento.
El camino hacia la formalización real no es administrativo, sino político y ético: reconstruir un Estado que no solo exija legalidad, sino que la merezca.
Referencias
Acemoglu, D., & Robinson, J. (2012). Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity, and Poverty. Crown Business.
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). (2024). Informe Técnico: Mercado Laboral y Empleo en el Perú. Lima: INEI.
Levy, S. (2018). Under-Rewarded Efforts: The Elusive Quest for Prosperity in Mexico. Inter-American Development Bank.
North, D. (1993). Institutions, Institutional Change and Economic Performance. Cambridge University Press.
Perry, G., Maloney, W., Arias, O., Fajnzylber, P., Mason, A., & Saavedra, J. (2020). Informality: Exit and Exclusion. World Bank.
Rodrik, D. (2021). Straight Talk on Trade: Ideas for a Sane World Economy. Princeton University Press.