El nuevo mapa del poder geoeconómico mundial

El encuentro entre Donald J. Trump y Xi Jinping en octubre de 2025 ha reconfigurado parcialmente el tablero geoeconómico mundial. Las tierras raras se consolidan como un recurso estratégico central para la tecnología y la defensa. China mantiene una ventaja estructural dominante en la cadena de valor, mientras Estados Unidos obtiene un respiro temporal. América Latina y el Perú enfrentan el desafío de integrarse con valor agregado o quedar atrapados en una nueva dependencia extractiva.

1. Contexto del encuentro

El 30 de octubre de 2025, durante el Foro APEC en Busan, Trump y Xi sostuvieron la primera reunión bilateral desde 2019. Los temas prioritarios fueron los aranceles, las exportaciones agrícolas, el control del fentanilo y el comercio de minerales críticos. El acuerdo permitió pausar por un año los controles de exportación de tierras raras por parte de China, mientras EE. UU. reducía parcialmente aranceles y promovía la compra de productos agrícolas.
Pese a ello, el entendimiento se interpreta como una tregua temporal, no como un cambio estructural de las tensiones comerciales y tecnológicas globales.

2. Las tierras raras: recurso crítico y arma geopolítica

Las tierras raras comprenden diecisiete elementos químicos esenciales para fabricar imanes, baterías, turbinas, chips y sistemas de defensa. El dominio chino abarca más del 90 % del procesamiento mundial de estos materiales.
Los nuevos controles de exportación aplicados por Pekín en 2025 refuerzan la percepción de que estas sustancias son instrumentos de poder nacional y no simples bienes comerciales. Para la Agencia Internacional de Energía, la concentración del suministro de minerales críticos constituye ya un “riesgo estructural” para la economía global.
De este modo, las tierras raras se ubican en el núcleo de la competencia tecnológica y de seguridad entre las grandes potencias.

3. Cadenas globales de valor

El control de China no se basa en la extracción sino en la refinación y separación, etapas de mayor complejidad tecnológica y rentabilidad. Este “eslabón medio” de la cadena convierte al país asiático en un actor indispensable, incluso si otros países poseen reservas geológicas.
Estados Unidos, Europa y Japón buscan diversificar sus fuentes mediante alianzas con Australia, Canadá, Namibia, Brasil y Perú, pero el rezago tecnológico hace difícil reducir la dependencia en el corto plazo. El poder de negociación de China reside precisamente en este dominio intermedio.

4. Ganadores y perdedores

China:

Gana tiempo y legitimidad internacional.

Mantiene su hegemonía industrial en la cadena de valor de las tierras raras.

Estados Unidos:

Evita un colapso inmediato de su cadena tecnológica.

Logra beneficios políticos internos mediante la reducción de aranceles y el restablecimiento de compras agrícolas.

Sin embargo, sigue estructuralmente dependiente del refinamiento chino.

América Latina:

Potencial ganadora si desarrolla capacidades de procesamiento e innovación.

Potencial perdedora si repite el modelo de exportación primaria sin valor agregado.

5. Escenarios prospectivos (2025–2030)

Optimista: Las economías occidentales diversifican su suministro y América Latina se integra con valor agregado.

Intermedio: Fragmentación parcial de las cadenas (“China + 1”) con mayores costos y moderada estabilidad.

Pesimista: China utiliza periódicamente sus restricciones como arma de negociación; se profundiza la fractura de bloques tecnológicos.

6. Impactos para América Latina y el Perú

La región posee reservas relevantes de litio, cobre y tierras raras. Sin embargo, sin una estrategia de industrialización y I+D, la oportunidad se diluye.
Para el Perú, el reto es articular minería, innovación y política industrial, promoviendo polos de desarrollo tecnológico asociados a universidades, centros de investigación y gobiernos regionales, bajo principios de sostenibilidad territorial.

7. Recomendaciones de política pública

Programa nacional de minerales críticos, con énfasis en refinación, reciclaje e innovación.

Diversificación productiva para integrar cadenas tecnológicas globales.

Inversión en ciencia y tecnología aplicada (imanes, semiconductores, energías renovables).

Alianzas internacionales estratégicas que eviten dependencia unilateral.

Gobernanza territorial que vincule recursos naturales con formación profesional y transferencia tecnológica.

8. Conclusiones

La reunión Trump–Xi no resolvió el conflicto estructural: lo pospuso. China conserva la ventaja en la industria de tierras raras y EE. UU. sigue vulnerable. América Latina, y especialmente el Perú, deben actuar con visión de futuro: transformar sus recursos en conocimiento, innovación y desarrollo territorial.

Referencias (formato APA 7)

Atlantic Council. (2025). Experts react: What does the Trump–Xi meeting mean for trade, technology, security and beyond? Atlantic Council.
Crux Investor. (2025). China’s rare earth export controls and the repricing of supply chains: What it means for Western producers and investors.
International Energy Agency (IEA). (2025). With new export controls on critical minerals, supply concentration risks become reality.
Le Monde. (2025). Trump–Xi meeting brings temporary lull to escalation between US and China.
Reuters. (2025). Trump and Xi meet in South Korea for crunch talks on trade.
The Guardian. (2025). China steps up control of rare-earth exports citing national security concerns.
Time Magazine. (2025). Trump signs rare earths framework with Australia and vows to speed delivery of nuclear submarines.

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